Una de las grandes decisiones de la vida es unirse en matrimonio. Es muy serio, muy santo. En nuestra sociedad no se aprecia así, pero a la verdad que es uno de los grandes inventos de Dios.
En el principio, Dios creó dos: uno varón y la otra hembra (Génesis 1:27). Si, así de sencillo. Y sabes, luego los unió en santo matrimonio y le dio una bendición.
Hoy, debemos recordar que el significado y acto del matrimonio es muy profundo. Nos une a Dios, el Creador, a nuestra pareja, a los hijos y la sociedad.
Amigo, amiga lector (a), pide dirección a Dios sobre la persona que piensa elegir para pasar el resto de tu vida.
Recuerda que cuando te une a otra persona le estas dando forma a la sociedad para bien o para mal.
El matrimonio es una empresa donde se administran los hijos, la familia, las finanzas, la salud y las amistades. Cualquier manejo indecente de estos asuntos nos pueden llevar a la “quiebra”.
Pide dirección a Dios y elige con sabiduría, asesoramiento y cuidado el hombre o la mujer de tu vida!